Por fin empezaban nuestras deseadas vacaciones, nos levantamos temprano, hicimos las maletas y nos fuimos rumbo a Santo Domingo, nuestros amigos Raquel y Cristian aterrizarían a las 3.40 de la tarde en el Aeropuerto de las Américas, cuando salimos de casa, no esperábamos ni por asomo todo lo que nos iría pasando conforme iban transcurriendo las horas.

Antes de salir chequeamos y revisamos la jeepeta, le echamos aceite, agua y gasolina, nos esperaban 5 horas de camino para hacer el trayecto Bavaro-Las terrenas con parada en Santo Domingo.

Os pongo en situación, el día anterior a salir, volviendo del hotel, noté como el embrague del coche se quedaba un poco pillado pero no le dí mucha importancia, cuando ya íbamos de camino TOMA!! primera ¿anecdota? por llamarle de alguna manera, en el primer peaje ¡se rompe el embrague! no le entraba ni la primera, ni la segunda… despues de forzarlo un poco ¡Conseguimos salir en quinta! teníamos dos opciones, o arriesgarnos y seguir o pararnos en mitad de camino e intentar arreglarlo, elegimos la segunda opción, el pueblo más cercano era Higuey, así que allí fuimos en busca de un mecánico.

Tuvimos toda la suerte del mundo, al llegar al mecánico, este nos dice ¿cuanto lleváis con el coche? y nosotros 4 meses ¿y le habéis echado alguna vez liquido de embrague?  y nosotros pues no… ¡Que desastre! y es que somos unos dejaos, en 15 minutos teníamos el coche «arreglao» o por lo menos eso creíamos…

punta cana sin pulsera

En higuey con el coche ya «arreglado»

Después de una horita o algo mas de camino, y con mas de una hora de retraso llegamos al Aeropuerto, ahora sí empezaban nuestras ansiadas vacaciones o eso creíamos… compramos unas presidentes para el camino y rumbo a pasar 3 días «Inolvidables» en las terrenas.

Tras atravesar el parque  nacional de los Haitises con sus respectivas cuestas, ¡un puerto de montaña en toda regla vaya! y cruzando los dedos para que el coche no se quedara en mitad de una de ellas, llegábamos por fin a las TERRENAS.

Teníamos una casa alquilada con airbnb.

Nada más llegar llamamos a Jose, que era el jardinero de nuestra casita de playa alquilada, no imaginábamos todo lo que iba a pasar…

El pueblo de las terrenas y la compañía eléctrica que suple el pueblo de luz, estaban en huelga, había literalmente una guerra por la luz, nos encontramos un pueblo a oscuras, y algún poste de la luz tirado en mitad de la carretera.

Teníamos un problema, nuestra casa no tenía luz, ni siquiera el jardinero sabía que habíamos alquilado la casa. El dueño vive en Francia y debido al problema con la luz, Jose no había recibido el email de su jefe, por lo que la casa estaba sin arreglar y además sin luz!

Después de un par de llamadas a Jose, quedamos con el en el centro de un pueblo literalmente apagado, tras intentar visitar nuestra casita de playa alquilada y llegar a la conclusión que no sería buena idea dormir en ella, al menos por esa noche, nos fuimos en busca de un hotel, que tuviera su propia planta energética y que no nos quisiera sacar los ojos solo por dormir unas horas.

Tras horas y horas buscando con nuestro nuevo amigo Jose, por fin encontramos algo.

Un pequeño hotel de dos plantas con habitaciones con vistas al mar.

Veníamos tan cansados que no tenemos ni una foto que plasme nuestros últimos momentos del día.

Lo que si tenemos es la factura de la habitación, gasto que no estaba en nuestros planes a primera hora del día…

Las Terrenas

Por nada del mundo esperábamos todo lo que sucedería la noche siguiente, todavía lo pienso y me dan escalofríos…

Las terrenas