En esta entrada queremos contar nuestra aventura de Unos días en República checa, Nuestro paso por este pais fue para visitar a un amigo, que está de Erasmus en la ciudad de Ostrava.
Turísticamente hablando, Ostrava nos pareció una ciudad con muy poquito que ver, visitamos el ayuntamiento, la zona de pubs y el centro de la ciudad, donde estaba instalado el mercado de Navidad, hacía un frió que pelaba y eso que no fuimos en la época más fría.
¿Que nos gustó de Ostrava?
La comida y las pintas de cerveza a menos de un euro! 🙂 Nos fuimos a comer a un típico bar, parecía un bar de carretera como los que hay en España, donde paran todos los camioneros a comer porque la comida esta riquísima.
El Restaurante se llama «Restaurace U Zlatého Lva» tienen página de facebook, por si queréis buscarlo.
- Bramborový placek: Patata rebozada con verduras pollo y queso rayado, buenisimo!!! 😉
- Pechuga de pollo empanada, rellena de queso y jamón cocido, fijaros en la cantidad de queso que hay dentro de esa pechuga ummm…
- Halušky: Pasta de patata con queso y verduras, buenisimo 😉
Pedimos: Los tres platos de las fotos de arriba para compartir más un plato de patatas fritas,con 2 cervezas, una coca cola y 3 cafés, no llegó a 20 €, una pasada.
La comida Checa tiene muchas calorías, suponemos para que para soportar el frío.
Una cosa que nos llamó la atención, fue que los bares solo servían cerveza checa, nosotros probamos la Ostravar, Pilsen Urquell, Gambrinus, Kozel, Staropramen, 😉 Además de comer nos encanta la cerveza, jiji.
Republica checa y Eslovaqui tienen su propio refresco de Cola, Kofola , como curiosidad, la Kofola le hace totalmente la competencia a «Coca cola» y «Pepsi» en estos dos países, siendo la preferida de Checos y eslovacos.
Tras dos días en Ostrava nos fuimos a Brno, famoso por el mundial de motociclismo, y por su pequeño Aeropuerto que tiene vuelos baratos con. 😉
Brno o Brun en español, es la segunda ciudad más importante de República Checa, situada en el sureste del país, a 40 km de Austria y a 60 km de Eslovaquia.
Aprovechamos la mañana para visitar el centro de la ciudad y sus puestos navideño, en ellos se puede beber su famoso vino caliente, y disfrutar de la comida checa, nosotros elegimos salchicha típica del país y una patata gigante rebozada, las dos cosas nos costaron menos de 3 euros.
Por la tarde cogimos el autobús numero 76 que nos llevo hasta el aeropuerto, podéis leer como llegar al Aeropuerto de Brno aquí 😉
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