Si hablas con un amigo o familiar sobre tu viaje a Escocia y le dices que irás a Glasgow, es posible que la reacción sea poner cara raruna y decirte: “¿para qué vas a ir a esa ciudad si no hay nada que ver en Glasgow? Es una ciudad fea e industrial”. Y seguro que remarcan mucho lo de “industrial”.
Yo vivo en Edimburgo desde 2015, y me dedico a guiar a viajeros por toda Escocia. Así que déjame decirte que, cada vez que visito Glasgow, me gusta más. Es una ciudad vibrante, llena de gente y con un ambiente increíble. Por eso en mis tours, uno de los objetivos es hacer que todos mis viajeros vuelvan a casa pensando diferente sobre Glasgow y con ganas de más.
Que vas a encontrar en esta Guía de viaje
- Qué ver en Glasgow: 12 planes para enamorarte de esta ciudad única en Escocia
- Qué ver en Glasgow
- ¡12 planazos para disfrutar de la ciudad al máximo!
- 1. Súbete al bus turístico y descubre la ciudad y su historia
- 2. Únete a una vista guiada por el centro de Glasgow en español
- 3. Descubre la catedral de Glasgow y admira las vistas desde la necrópolis
- 4. Deja que las horas vuelen en el Riverside Museum
- 5. Descubre el mundo del whisky en la destilería del Clyde
- 6. Una ciudad con museos para todos los gustos
- 7. Sin dudarlo, el tiempo se detendrá en el museo Kelvingrove
- 8. Sal de la ciudad
- 9. Tras los pasos de Mackintosh, el Gaudí escocés
- 10. Universidad de Glasgow: claustros y vistas bonitas sobre la ciudad
- 11. Siéntete uno más en la Naranja Mecánica, el metro de Glasgow
- 12. Shopping time, tiempo de compras
- Organiza tu viaje a Glasgow por tu cuenta y ahorra.
Qué ver en Glasgow: 12 planes para enamorarte de esta ciudad única en Escocia
Mi objetivo de hoy es que, si estás planeando tu viaje a Escocia, después de leer este artículo al menos incluyas un día en esta ciudad. Y es que, si estabas pensando que no había nada que ver en Glasgow, ahora verás que estabas muy equivocado.
Pero, antes de arrancar con los diferentes planes, deja que te dé los dos mejores consejos que podría darte para disfrutar de Glasgow plenamente.
Consejo 1 – No compares Glasgow con Edimburgo
Sin dudarlo, este es el mejor consejo que puedo darte. Tenemos la manía de decir “me gusta más Edimburgo” nada más llegar. Pues déjame decirte que esto no es justo ni para una ciudad ni para la otra. Son dos ciudades completamente diferentes y no se pueden comparar. Así que aquí voy a darte el segundo consejo.
Consejo 2 – Contextualiza Glasgow
Ya sea con una visita guiada o con el bus turístico, es importante que contextualices esta ciudad para que valores el Glasgow de hoy en día. Es muy importante conocer su pasado para saber por qué, a día de hoy, no tiene un casco antiguo. Al contrario que Edimburgo, que sí que lo tiene. Tan solo te diré que yo la llamo cariñosamente “el ave fénix de Escocia”.
Qué ver en Glasgow
¡12 planazos para disfrutar de la ciudad al máximo!
Ahora sí, aquí te traigo 12 posibles planazos para hacer y ver en Glasgow. Y esto son solo algunas de las muchas opciones que hay.
Advertencia: es imposible hacer todo esto en un solo día, a pesar de que haya artículos por la red que te digan que sí. En serio te digo que has de escoger el plan.
1. Súbete al bus turístico y descubre la ciudad y su historia
Si es tu primera vez en la ciudad, creo que subirte al autobús turístico es lo primero que deberías hacer. Es la mejor manera de moverse por Glasgow y descubrir los lugares destacados de la ciudad. Además, podrás conocer su historia gracias a una audioguía bastante decente.
Mi consejo es que tomes el bus a primera hora y vayas subiendo y bajando en todos los sitios de interés. Recuerda que el ticket tiene una validez de 24 o 48 horas, dependiendo de cuál adquieras. Puedes empezar desde George Square, que es su punto de inicio y acabar allí o en el Museo Kelvingrove.
Después, puedes volver desde el museo en metro (más adelante te hablaré del metro). Por cierto, puedes llevar tu ticket para el bus turístico ya comprado desde casa.
2. Únete a una vista guiada por el centro de Glasgow en español
Por suerte, cada vez más viajeros hispanoparlantes están incluyendo la ciudad en sus rutas. Eso ha hecho que una de las cosas que ver en Glasgow sea el disfrutar de una ruta por el centro de la ciudad con un guía en castellano.
Es una manera de conocer Glasgow completamente diferente a la anterior. Y, quizá, podríamos decir que son complementarias. Ya que, aunque en algunos puntos se repetirá el discurso, un tour se hace paseando por las calles y el otro se hace en el autobús. Además, no tiene nada que ver ir con una audioguía a que te lo expliquen cara a cara.
3. Descubre la catedral de Glasgow y admira las vistas desde la necrópolis
Aunque pertenezca al Historic of Scotland, el acceso a la catedral de Glasgow es gratuito. Así que no dudes en entrar y admirar esta joya gótica. Se empezó a construir aproximadamente en el año 1100 y fue evolucionando a medida que se fue construyendo. Baja a la cripta para admirar ese entresijo de arcos y descubrir la tumba de San Mungo, patrón de la ciudad.
Por cierto, si eres fan de Outlander, hay varios escenarios que ver en Glasgow. La cripta de la catedral es L’Hôpital des Anges donde Claire sufre uno de los episodios más tristes, pero no voy a hacer spoilers.
Una vez hayas admirado el interior de este edificio, no te vayas sin subir a la necrópolis del siglo XIX que hay justo al lado. Llegar a la cima es muy sencillito y podrás admirar la ciudad desde las alturas.
4. Deja que las horas vuelen en el Riverside Museum
A pesar de conocer la existencia de este lugar, aún no había podido acceder. Hasta que decidí grabar un vídeo en el que lo incluiría. Y, aunque íbamos a invertir una hora o así, acabamos pasando toda la mañana.
Es el museo del transporte de Glasgow, y se encuentra a orillas del río Clyde. Está un poco apartado del centro de la ciudad, pero podrás disfrutar de una amplia colección de alrededor de 3000 objetos. Entre ellos, encontrarás desde un monopatín hasta el Glenlee: un antiguo buque escuela de la Armada Española. Para los españoles, es más conocido como el Galatea.
Una de las mejores cosas que encontrarás dentro de este museo, además del barco, es la recreación de cómo eran las calles en Glasgow antiguamente. ¿Quién se apunta a un viaje en el tiempo?
5. Descubre el mundo del whisky en la destilería del Clyde
Aprovechando que te he hablado del Riverside Museum en el punto anterior, voy a hablarte de otro lugar que se encuentra muy cerquita. En este sitio, podrás conocer el proceso de elaboración del oro líquido escocés: el whisky.
En 2016, abrieron la primera y única destilería situada en Glasgow. El lugar cuenta con unas impresionantes vistas sobre el río Clyde. Pudimos disfrutar de una visita a sus instalaciones, y me pareció muy curioso ver una obra nueva en la que se elabora una bebida antigua que surgió alrededor del siglo XV. Tradición y modernidad unidas. La visita dura un poquito más de una hora, y es en inglés.
Si te gusta el whisky, no te pierdas este tour en inglés. Visitarás diferentes pubs de la ciudad mientras descubres más sobre el conocido oro líquido.
6. Una ciudad con museos para todos los gustos
Podría nombrártelos uno a uno, pero prefiero reunirlos en este apartado. Una de las maravillas de Glasgow es el ambiente cultural que se respira a cada paso, y eso se ve reflejado en los diversos museos que tiene la ciudad.
Entre los que no te has de perder (recuerda que un día no da para todo), se encuentran los siguientes:
El edificio es precioso, tiene dos zonas que se combinan. Una es un edificio principal, que es donde está ubicada la colección de objetos relacionados con la historia de las gentes de Glasgow. Y la otra, es una cafetería invernadero. Impresionante.
Reconozco que tengo una debilidad por las casas museo. Me encanta pasearme por esas habitaciones en cuyo interior se han vivido tantas historias. En Glasgow, encontrarás un lugar delante de la catedral que me parece fantástico y ¡es gratuito! Es la casa más antigua de la ciudad, de 1417.
En su interior, podrás ver cómo se distribuían las casas en la época, y la historia de algunas de las gentes que han habitado en ella. No te vayas sin ver el jardín. Allí, podrás hacerte una idea del tipo de plantas que tenían en un jardín en el siglo XV.
Ya en el centro, podrás disfrutar del Museo de Arte Contemporáneo. Está ubicado en la mansión de William Cunninghame de Lanishaw, uno de los grandes lores del tabaco. Fue construida en 1778.
Es importante que, cuando visites este edificio, recuerdes que es de arte contemporáneo. Este es un arte que o gusta o no gusta, nunca deja indiferente a nadie.
7. Sin dudarlo, el tiempo se detendrá en el museo Kelvingrove
Me encanta cuando entras en un lugar y, automáticamente, abres la boca al contemplarlo. Y, sin lugar a duda, cuando entres en el Kelvingrove Museum, se te abrirá la boca de par en par.
Este edificio fue inaugurado en 1901 con el nombre de Palacio de Bellas Artes. Se financió gracias a una parte del dinero que se recaudó en la Feria Internacional de 1888. De hecho, se inauguró en la siguiente Exposición Universal que celebró Glasgow, uno de los eventos más importantes del momento.
Al pasear por las salas del Kelvingrove, 131 años después, podremos contemplar una parte de la colección que alberga de 8000 objetos de la historia de Escocia y del mundo. De la colección, podemos destacar el famoso “Cristo de San Juan de la Cruz” de Dalí. Se lo compraron al pintor en 1951.
Si este plan te gusta, cuando visites Edimburgo no dejes de ir al Museo Nacional de Escocia: Lugares imprescindibles que hacer en Edimburgo.
8. Sal de la ciudad
Como puedes imaginar, este apartado nos daría para un artículo aparte. Sin embargo, si decides que esta sea tu ciudad base, puedes descubrir Escocia desde Glasgow. Cada vez son más las empresas que ofrecen sus salidas desde allí. Por ejemplo:
- Si eres fan de Outlander, puedes descubrir algunos de los escenarios en los que se rodó la serie y tienes salida desde Glasgow, aquí.
- Si prefieres un tour hasta el lago más famoso de Escocia y del mundo, el lago Ness, también lo podrás hacer.
- También hay una opción para descubrir Edimburgo desde Glasgow y llegar hasta la famosa Capilla de Rosslyn.
- Si prefieres alejarte un poquito más, también puedes disfrutar de la maravillosa isla de Skye saliendo desde Glasgow. Una espectacular combinación de ciudad y naturaleza en una sola escapada.
Espero haberte descubierto qué ver en Glasgow, una ciudad que tiene mil y una posibilidades, y haberte convencido para que la incluyas en tu próxima visita a la Escocia. Recuerda que las que te ofrezco son solo unas pocas de las muchas posibilidades que hay.
9. Tras los pasos de Mackintosh, el Gaudí escocés
Entre las muchas cosas que hay que ver en Glasgow, no se me puede olvidar animarte a descubrir a un artista impresionante. Me refiero a Charles Rennie Mackintosh, y hablar de él me daría para escribir un post aparte. Para que te hagas una idea por si no sabes quién es, fue uno de los grandes arquitectos escoceses. Podríamos decir que equivaldría a un Antoni Gaudí, pero de este país. Ambos artistas vivieron en la misma época, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Así mismo, ambos marcaron un antes y un después para la historia del arte.
En Glasgow, podrás admirar varios edificios diseñados y construidos por Mackintosh:
- Salones de té de Mackintosh
En la ciudad, hay varios salones de té diseñados por Mackintosh. Por ejemplo, en Buchanan Street tienes uno de ellos. Sin embargo, quizá el más impresionante (gracias a su preciosa fachada) es el que se encuentra en el 217 de Sauchiehall Street.
No dejes de acercarte para contemplar en directo esas preciosas rosas, y así poder degustar un afternoon tea.
Está ubicado en pleno centro de Glasgow y, desde las alturas de este edificio creado por Mackintosh, podrás admirar la ciudad. Cuando se inauguró en 1895, albergaba las oficinas del periódico Glasgow Herald. No obstante, desde 1999 es el Centro de Arquitectura y Diseño de la ciudad y dentro hay una sección permanente dedicada a Mackintosh.
Puedes disfrutar de este edificio todos los días a partir de las 10:30 h hasta las 17:00 h.
- La casa de Mackintosh en The Hunterian
Es una pena que, en 1960, se decidiera derribar la casa original en la que vivía este gran artista. Pero, por suerte, guardaron todos los muebles y en 1981 se pudo recrear el interior del museo The Hunterian.
Cuenta con un interior en el que te daría miedo incluso respirar, ya que un impoluto blanco lo inunda todo. Paz, orden y minimalismo en un interior que podría haber desaparecido y del que tan solo quedan algunas fotos para recordarlo.
Entrar al museo The Hunterian es gratuito, pero acceder a la casa de Mackintosh tiene un recargo de seis libras. Pero, en serio, las merece.
En Glasgow, encontraréis más obras de Mackintosh. Como por ejemplo, la Queen’s Cross, una iglesia que diseñó en 1896 o The House Art Lovers, una casa para los amantes del arte. Este último es un edificio increíble que se construyó en 1898 siguiendo los dibujos que Rennie presentó en un concurso. Eso sí, no ganó porque se retrasó en la entrega de otros dibujos. Es otra obra increíble que hubiese desaparecido si no hubiese llamado la atención de Graham Roxburgh, el cual decidió realizar el proyecto.
Te en cuenta que estos últimos ya se encuentran un pelín más apartados del centro, y como te he dicho, es imposible hacerlo todo en un día. Pero si quieres que escriba un artículo sobre cómo organizarte un fin de semana en Glasgow, no dudes en dejarlo en los comentarios y así sabremos si esta estupenda cuidad ha despertado interés.
10. Universidad de Glasgow: claustros y vistas bonitas sobre la ciudad
Ya decidas recorrer la ciudad en bus turístico o moverte en trasporte urbano, una de las cosas que has de ver en Glasgow es el edificio de la universidad. Imponente, sobresale entre los árboles y le da un telón de fondo único al museo Kelvingrove.
Cuando accedas él, te recibirá una puerta de hierro forjado. En ella, aparecen algunas de las grandes personalidades que han estudiado entre estas paredes: Adam Smith, James Wat, etc.
Puedes bordear el edificio o entrar al primer piso por algunos de los accesos que verás en la entrada. De esta manera, llegarás a los preciosos claustros y a las vistas de la ciudad. No dejes de sentarte en algún rincón e imaginarte un día de uni en este lugar.
11. Siéntete uno más en la Naranja Mecánica, el metro de Glasgow
Algo que me gusta hacer cuando voy a alguna ciudad es utilizar el transporte público y sentir cómo es el día a día. Pero además, en Glasgow, es un puntazo sumergirte en el “subway”, el metro de la ciudad. Para empezar, es el único metro en Escocia y tan solo tiene una línea de color naranja que une algunos de los lugares más conocidos de la ciudad.
No dejes de experimentar cómo es subir al metro. Es sencillo de usar, y no olvides el famoso “mind the gap”. ¡Espera! ¡Eso es en Londres! Que no te extrañe si en algún momento piensas que te has trasladado de ciudad, ya que ambos metros son muy parecidos.
Como curiosidad, te diré que se inauguró en 1896 y es el tercer metro más antiguo del mundo. Justo detrás del de Londres y del de Budapest.
¡Ah!, y es conocido popularmente como la Naranja Mecánica (Clockwork Orange). ¿Necesitas alguna razón más para incluir en tu ruta aunque sea un trayecto en él?
12. Shopping time, tiempo de compras
Sí, sí, no me olvido del Shopping time! Sé que a muchos nos encanta disfrutar de un ratito para ir de tiendas. Y si a ti también te gusta, no dudes en reservar unas horas (o una tarde) para disfrutar del centro de Glasgow y perderte por sus calles. Apunta lo siguiente, las calles donde más tiendas encontrarás son: Buchanan Street, Argyle Street y el centro comercial St. Enochs.
Realmente, alucinarás con la oferta que hay. Desde las opciones más económicas y conocidas como Primark, hasta las marcas más lujosas. ¡Ah!, y muchas tiendas de souvenirs.
Por cierto, dos momentos buenos para venir de “shopping” a Escocia son el mes de agosto y después de navidad. Y es que en esas épocas tenemos las rebajas, pero de las buenas. Así que ya estás buscando ofertas de vuelo para disfrutar de esta fantástica ciudad y todo lo que tiene que ofrecer.
¡Y no pretendas hacerlo todo en un día! Ya sabes, lo mejor que puedes hacer es disfrutar de tu viaje y fluir con él.
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